Reconocimiento municipal

El pasado 4 de diciembre se celebró la 3ª Gala Municipal de Santillana del Mar en la que hubo mención a mi persona por mi labor para con el deporte y la cultura, y como “de bien nacido es ser agradecido”, solo puedo decir GRACIAS a quien corresponda.

El deporte en sus infinitas modalidades y los libros (ya sea para estudiar, leer o escribir) son inseparables de mi ser, tanto en la vertiente personal como en la profesional, pero eso no sé si requiere distinción o reconocimiento alguno, más viendo que en este acontecimiento se ha reconocido labor a personas como Carlitos, Nando Cueli o Chucho entre otros, todos ellos con toda una vida de dedicación a sus respectivos campos, lo que ha engrandecido a nuestra villa (por cierto, algunos de ellos tienen protagonismo en los libros que salieron de esta cabeza, por algo será).

Si algo bueno tienen estos encuentros, al menos desde mi punto de vista, más que los reconocimientos o distinciones en sí mismas, es que conocemos mejor a las gentes del pueblo y sus labores e historias de vida, y queda patente, para quien no lo tenga claro, que Santillana existió mucho antes que el turismo (no veo al poblado de Altamira en modo mercadillo) y seguirá existiendo cuando falten los turistas, porque quien olvide que el pueblo lo hacen sus habitantes solo estará pensando en “la pela”, y Santillana es igual de grande en invierno que en verano, porque sí, en invierno la Villa tiene vida por los santillanenses, no por quienes solo ven nuestro pueblo como “la gallina de los huevos de oro”.

Lo dicho, me gusta la Santillana de sus gentes, porque son esas personas las que dan la verdadera imagen del pueblo, porque son esas personas las que ven a su pueblo como la joya que es y la defienden como tal, porque lo bueno perdura y aquí, en nuestra querida Santillana, no debería valer cualquier cosa.

Seguiré con el deporte, los libros, la docencia y la familia como pilares de vida porque no entiendo mi día a día de otra forma, y si alguien cree que eso merece reconocimiento, bienvenido sea, porque yo solo me limito a elegir y labrar mi camino.